miércoles, 2 de noviembre de 2011

Tu torre.

                                     
 Sostenerte a ti misma es la clave.


Tienes que cubrirte con tus paredes no exponer tus fallas a los visitantes. Aunque claro siempre vendrá ese viento desconocido al que le llamamos destino y no hará tambalearnos, y tumbarnos en otras.
Tal ves te pudo abatir pero no es para quedarte sentada y sentir compasión por las piezas destruidas esparcidas por el suelo tienes que empezar a reconstruirte con nuevos materiales, un nuevo lugar
y una mejor edificación.

Ni una mano te va sostener de caer al vació solo te quedara tu luz que te iluminara  para salir de ahí.




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